KATANAS

Armamento japonés antiguo: La Katana (sable)




Forjado de una Katana
Las katanas, una de mis pasiones. Aprovechando que nadie lo ha puesto, os adjunto información acerca del proceso de forjado de una katana. Hay que tener en cuenta que los maestros en la forja de espadas creaban su propio acero, una variedad más blanda de lo habitual llamada tama-hagane. El acero debía ser más blando porque una de las cualidades de la katana a es su relación dureza-flexibilidad. El proceso de fabricar el acero era todo un arte que aún hoy en día pasa de padres a hijos de forma muy estricta, y se realizaba en un horno de barro (tatara) a base de introducir paladas de arena de hierro, que al mezclarse con el carbón van formando lentamente el acero. Es una labor artesanal y sumamente cuidadosa, ya que si la proporción de carbón y hierro se desequilibra, el resultado arruinaría días de trabajo. El único horno que sigue activo hoy en día se encuentra en Yokota, en la prefectura de Shimane. En el proceso de forjado podían llegar a intervenir diferentes especialistas y duraba varios días. Procedo a resumir los pasos:
Paso 1: Forjado de la hoja (Kitae)
El maestro herrero selecciona trozos de tama-hagane y procede a fusionarlos para convertirlos en un solo bloque de acero macizo. A continuación empieza el trabajo, la hoja se forma calentando y plegando una y otra vez el bloque de acero. Esto provoca que el carbón se disperse de forma uniforme por el acero, y de esa forma asegura una resistencia óptima de la hoja. En el proceso de plegado se va formando el patrón (jihada). Pensemos que con 14 plegados se forman 16.000 capas. El herrero decide hacia que dirección plegar el acero dependiendo del patrón que quiera conseguir. La parte exterior de la hoja (kawagane) se envuelve entonces con una suave capa blanda de hierro (shingane) formando dos capas. Esta combinación dará a la espada tanto la resistencia como flexibilidad necesaria. Se martillean y calientan las dos capas hasta conseguir una sola barra. Es en este momento cuando el herrero utiliza lijas y cepillos para darle la forma final a la hoja y proceder a definir su filo.
Paso 2: Endurecimiento del filo (Yaki-ire)
Esta es la parte más difícil y complicada del proceso, ya que este endurecimiento es el que dará el legendario afilado a la katana. Para empezar, la hoja recibe una capa de una mezcla aguosa de arcilla (yakibatsuchi). Cada herrero tenía su propia receta de esta sustancia, y pasaba de padre a hijo como un gran secreto. Se aplica una capa gruesa en el lomo de la hoja, y una fina en el filo. A continuación, y en una oscuridad casi total, se calienta la hoja hasta que el color va cambiando. Justo cuando el artesano cree que es el momento, retira rápidamente la hoja y la sumerje en agua. A 750º el acero pasa a un estado llamado "austenita", y el enfriado repentino lo cambia nuevamente a "martensita", que es el acero más duro. Pero recordemos que en el cuerpo de la hoja se puso más cantidad de yakibatsuchi, con lo cual en ese punto el enfriamiento es más lento y por lo tanto la flexibilidad final mayor. Eso confiere a la hoja un cuerpo flexible y un filo durísimo. El endurecimiento del filo produce también un efecto visible, y es el patrón del filo (hamon). Hay diferentes tipos de patrón, dependiendo de cómo se haya realizado el endurecimiento.
Si el herrero está contento con el resultado, pasa la hoja al pulidor, que se encargará de darle el aspecto que toda katana tiene. Otros artesanos se encargarán de la empuñadura, la vaina o el grabado.
Hoy en día apenas se encuentran auténticas katanas ("shinsakuto") y las que hay son realmente caras. No se consideran reproducciones, ya que están hechas con técnicas tradicionales y con materiales tradicionales.